Se trataba de un fin de semana de clases de Reiki. Conocer desde la filosofía de esta técnica japonesa hasta vivir la mágica conexión entre la energía universal y tus manos, ahora eres un canal de luz, un canal de energía universal.
Mi primer curso “Shoden –El camino del principiante” lo llevé con Florike, una experimentada maestra de voz suave y compasiva, con tremenda disposición amorosa y don auténtico de servicio. Con el tiempo esas cualidades en ella solo se han hecho más fuertes y son inspiración para quienes hemos sido formados por Florike.
Éramos solo unas pocas personas que, atraídas por sanar el alma, empezábamos un camino totalmente nuevo. Este primer nivel nos permitiría integrar una filosofía de vida, practicar con nosotros mismos esta terapia, no a nivel profesional, pues esa formación ya es Reiki II.
Hablar de Reiki es hablar de energía, Rei “Espiritu o Alma”, “Ki” Energía vital. Me explicaron que el ser humano que se encuentra centrado, sabe cuidar su energía vital, y se convierte en contenedor de energía universal y transmisor de esta energía. Es por eso que el Reiki con sus cinco principios se convierte en una filosofía de vida. Repetirlos cada día, para ir avanzando hacia tu propio camino de sanación, que se convierte en el proceso de evolución del espíritu. Claro que además somos humanos, y este un camino de amor hacia ti mismo una vez que tomas la decisión de iniciarlo, la compasión y la paciencia es primero hacia ti mismo. Vas integrando toda esta información y vas vibrando en otra frecuencia, una frecuencia de amor y servicio.
No se olvida tu primera práctica, ese momento mágico donde puedes sentir la energía en tus manos, y como tu corazón te va guiando, hay un calor en tus manos, al principio tenue, sin darte cuenta va aumentando a medida que avanza la práctica. Ese día trabajé con un joven, todo iba muy bien hasta que al llegar a su espalada sentí que mis manos se pusieron frías, me asusté pensando que tal vez algo hice mal, pero a medida que seguí avanzando mis manos otra vez volvieron a calentarse. Al preguntar a la maestra me explico que así se sentía la energía que estaba estancada posiblemente por alguna enfermedad, a lo que este joven respondería que en esa zona tenía una hernia, por lo que había sido operado. Mis manos al canalizar esta energía amorosa la habían detectado.
Estos son los cinco principios:
- Solo por hoy, deja el enojo.
- Solo por hoy, no te preocupes.
- Solo por hoy, sé agradecido.
- Solo por hoy, haz tus tareas con amor.
- Solo por hoy, sé bondadoso con todo ser.
Estos principios nos recuerdan que el Reiki es un camino de vida, una filosofía que provoca un cambio de pensamiento. Es el cambio que necesitas para transformar tu forma de ver la vida. Mykao Usui, el fundador de esta técnica, insistía en la importancia de tener todos tus asuntos en orden para encontrar la paz interior y aceptar tu verdadero destino. Esto nos lleva a sentir una profunda satisfacción en el espíritu.Y aquí es donde te pregunto: ¿Tienes realmente tus asuntos en orden? ¿Hay algo que te quita la paz? ¿Mantienes algún conflicto que te cuesta dejar ir? ¿Quizás necesitas aprender a expresarte sin herir a los demás?
Para mí, el verdadero destino es volver a ti mismo, a tu esencia. Libre de miedos, culpas o dolor. Tu verdadero destino es volver al amor, porque todos somos creación de amor divino.
¿Listo/a para dar el primer paso hacia tu propia sanación y reconexión? Si esta historia resonó contigo y sientes la curiosidad de explorar cómo el Reiki, la cristaloterapia o el coaching pueden iluminar tu camino, te invito a agendar una sesión personalizada. Juntos podemos descubrir la magia de tu propia energía
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Que lindo Clau! Esto era lo tuyo. Te llamaba 🙂